La historia que jn publicó el pasado 23
de septiembre (Fatal ride took martin's dreams) ha
ganado visibilidad mediática y, según información publicada por el grupo solidario "Martín
el guerrero" en su página de Facebook, "hay infinidad de
personas y empresas dispuestas a ayudar".
"Nadie es indiferente a nuestro
Martin. Para las próximas semanas ya hay algunos eventos programados, la
voluntad de ayudar es tan grande, que no paran de crecer", se lee.
La distribución de latas en solidaridad
con la imagen del niño también se anunció en esa página. "Ante el elevado
número de solicitudes relacionadas con latas solidarias, un grupo y amigos de Martín crearon a pequeña escala unas
pocas decenas de latas para poner en algunos establecimientos comerciales que
las han solicitado", dijo el grupo.
Un partido de Âncora Praia, club donde
Martín era portero y donde fue homenajeado con la presentación de una franja
que decía "Martín Fuerza", le rindió 2200 euros. Otros juegos,
senderos y espectáculos solidarios están programados
hasta diciembre, mes en el que se está realizando un año del trágico accidente.
Fue el 16 de diciembre de 2020 que la
vida de Martin, que entonces tenía 12 años, cambió para siempre. Así como sus
padres Amaya Guterres, de 43 años, y Paulo Fonseca, de 44, y los tres hermanos
Paulo, de 14, Ricardo, de 17 y Diogo, de 19. El paseo en el coche de la madre
de un amigo del colegio fue fatal en un paso a nivel con guardia en Caminha. El
vehículo fue recogido violentamente por un tren. El conductor y su hijo
resultaron ilesos, pero Martin sufrió varias fracturas y lesiones cerebrales y
cervicales graves. Se volvió totalmente dependiente ( es traqueostomizado,
alimentado por botón gástrico y tiene tetraparesia). No camina, no habla y está
ventilado las 24 horas del día.
Los padres actualmente están luchando
con la aseguradora para "asumir la responsabilidad" y poder soportar
"los altos gastos" que representan las terapias de recuperación de
sus hijos y la nueva condición.