En tiempos de
confinamiento, donde surge la oportunidad de cobrar algo de dinero extra,
puede ser un buen momento para revisar tus ahorros y valorar las oportunidades
de inversión que existen en el mercado, como el crowdfunding.
El crowdfunding, o
modelo de crowdfunding, consiste en una campaña de recaudación de fondos
para un proyecto determinado, cuya financiación se obtiene a través de la contribución
de varias personas.
El objetivo de
la campaña puede ser implementar una nueva idea de negocio, promover una
iniciativa cultural o celebrar un evento con impacto social.
Todo funciona en
una plataforma online en la que la persona que quiere la financiación
presenta su proyecto, la cantidad que quiere recaudar, el plazo de la campaña y
define si hay una recompensa para los inversores.
El origen del
Crowdfunding
Aunque el
concepto de crowdfunding se ha vuelto más popular desde 2010, su origen
se remonta al siglo pasado.
Como señala este estudio, todavía estábamos a
principios de los años 80 cuando el periódico "The Day" lanzó una
campaña de recaudación
de fondos, en la línea del crowdfunding.
El objetivo era
la construcción de una estatua en la Praça do Areeiro, en Lisboa (ahora llamada
Praça Francisco Sá Carneiro), en honor al entonces primer ministro portugués,
Francisco Sá Carneiro, que murió en el accidente de un avión en Camarate.
Este modelo de
crowdfunding, o colectivo, nació principalmente para apoyar pequeños proyectos
artísticos y sociales, desarrollados por grupos de amigos, familiares o
conocidos, revelando un origen emocional o familiar, amistad,
identificación social, económica, política, cultural y artística. Aunque puede
haber un retorno de la inversión realizada, esta no era una condición esencial
de esta actividad.
La expectativa
de retorno de la inversión solo se ha introducido recientemente, lo que
permite a cualquiera convertirse en un inversor de
crowdfunding, incluso con una pequeña cantidad.
Las cuatro
modalidades de crowdfunding
Los avances
tecnológicos y el fuerte interés que despierta este modelo de innovación
financiera han llevado a la necesidad de legislar esta actividad.
En Portugal, el
crowdfunding está regulado en la Ley Nº 102/2015 de 24 de agosto,
modificada por la Ley Nº 3/2018 de 9 de febrero, que se puede encontrar en la página web de
la Comisión del Mercado de Valores (CMVM), y se prevén cuatro
modalidades en función del tipo de financiación que se pretende obtener:
1.
Crowdfunding a través de la donación: los inversores contribuyen a causas
que apoyan, con o sin la entrega de compensación no financiera;
2.
Financiación colaborativa con recompensa: los inversores reciben una
recompensa no financiera asociada al producto o a la prestación del servicio
financiado a cambio de la financiación obtenida;
3.
Crowdfunding: los inversores reciben, a cambio de su contribución, una
participación accionaria en el capital de la entidad financiada, distribución
de dividendos o participación en los beneficios;
4. Préstamo
crowdfunding: los inversores ven
remunerada su inversión mediante el pago de intereses fijos en el
momento de la recaudación. Esta modalidad surge como una alternativa a la
banca, posibilitando el otorgamiento de préstamos a personas que de otra manera
no podrían obtener crédito.